Capacitar a los empleados para el liderazgo

“Sin un programa de capacitación activo, no habríamos crecido de la manera que lo hicimos”, expresó en 1977 Erwin Kelm, director ejecutivo de Cargill en ese momento, al reflexionar sobre el crecimiento de la empresa durante las décadas anteriores. Kelm fue uno de los tantos empleados que completó la capacitación en gestión de Cargill al comenzar su carrera.

Cargill comenzó a hacer hincapié en el desarrollo gerencial a comienzos de la década de 1930. La empresa estaba a punto de sufrir grandes cambios y necesitaba más gerentes y ejecutivos que lideraran la expansión. Para atraer talentos con un compromiso a largo plazo, Cargill contrató trabajadores recién graduados de la universidad y los capacitó en todos los aspectos de la empresa. El objetivo era formarlos para los puestos requeridos en ese momento y prepararlos para ocupar puestos de liderazgo en el futuro; de esta manera, se creaba una base sólida para el crecimiento de Cargill.

Los primeros programas de capacitación de graduados fueron dirigidos por el Dr. Julius Hendel, jefe de la división de granos de Cargill. Los nuevos empleados, reunidos en grupos conocidos como “el jardín de infantes de Hendel”, realizaron cursos intensivos sobre economía formal, que podrían aplicar en los negocios de bienes de consumo, como los granos, y sobre otros temas sin carácter técnico, como ética comercial. La capacitación resultó exitosa, ya que muchos de sus graduados, como el joven Kelm, avanzaron hasta ocupar puestos gerenciales dentro de la empresa.

A comienzos de la década de 1930, el Dr. Julius Hendel dirigió a los nuevos empleados durante el primer ciclo de capacitaciones para empleados de Cargill, conocido como “el jardín de infantes de Hendel”.

Con el tiempo, el programa se expandió para incluir a todos los empleados y, en los años sesenta, Cargill actualizó su estrategia de desarrollo utilizando uno de sus métodos de capacitación más influyentes hasta la fecha: GENCO®. Los cursos, creados por una empresa de consultoría gerencial, aplicaban métodos analíticos para ayudar a los empleados a superar desafíos de gestión. Los ejecutivos de Cargill fueron los primeros en realizar el curso intensivo de una semana. Luego, se propagó a otras divisiones de la empresa para enseñar a los empleados de Cargill de todo el mundo los mismos estándares para tomar decisiones y un lenguaje común para comunicar resultados.

El programa de desarrollo del liderazgo actual de la empresa, Escuela de liderazgo de alto rendimiento de Cargill, apunta a los mismos objetivos que las versiones anteriores: desarrollar habilidades de liderazgo avanzadas y brindar apoyo a los gerentes experimentados a medida que crecen dentro de la empresa. Cargill continúa dándole prioridad al desarrollo personal, ya que entiende que el éxito futuro depende de que se contraten buenas personas y se les proporcionen las habilidades y el lenguaje común que necesitan para convertirse en grandes líderes el día de mañana.