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Reducir la contaminación y preservar el planeta

Para ayudar a la comunidad de transporte a reducir los contaminantes que se liberan durante los envíos, Cargill se asocia con RightShip y establece un nuevo estándar ecológico 

January 01, 2015

Las empresas dependen de miles de embarcaciones que navegan por el océano para enviar sus productos de manera segura y eficiente. De hecho, el noventa por ciento de las exportaciones mundiales se realiza mediante transporte marítimo. Y si bien las colmadas embarcaciones emiten menos contaminantes que otros medios de transporte, como los camiones o los aviones, igual emiten dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SOx), que tienen un efecto perjudicial para el medioambiente.

Cargill es uno de los principales usuarios de transporte, ya que, por año, envía más de 220 millones de toneladas métricas y realiza 12 000 escalas en 900 puertos alrededor del mundo. En 2006, la empresa estaba gastando una cantidad considerable de tiempo y recursos para examinar las embarcaciones, a fin de poder identificar aquellas que cumplían con los estrictos estándares de seguridad y cumplimiento. Con la determinación de realizar un cambio, Cargill invirtió en RightShip, una compañía australiana que buscaba expandir prácticas de transporte ecológicas en todo el mundo. Con la ayuda de la organización sin fines de lucro Carbon War Room, los socios comenzaron a desarrollar un índice para categorizar las embarcaciones. Se le dio el nombre de índice EVDI (Existing Vessel Design Index) y le asignaba a cada embarcación una letra de la ‘A’ a la ‘G’, donde las embarcaciones de tipo ‘A’ tenían el menor impacto ecológico y las de tipo ‘G’, el mayor impacto.

Cargill volvió a sorprender a la comunidad del transporte en 2012, cuando anunció que no utilizaría embarcaciones con calificaciones ‘F’ y ‘G’. Fue un momento muy significativo, ya que Cargill fue la primera empresa de la industria en negarse a utilizar barcos en estas categorías que contaminan más el medioambiente. El compromiso tenía muchos efectos positivos: protegía a los empleados que trabajaban en los buques de Cargill, ayudaba a los clientes a lograr sus objetivos de sustentabilidad y, por sobre todas las cosas, contribuía a la preservación del planeta.

Cargill ha financiado de forma conjunta experimentos con SkySails, una cometa gigante diseñada en Alemania que actúa como una vela en vuelo y promete generar un gran ahorro de combustible para las embarcaciones de carga modernas. En el proyecto se han enfrentado obstáculos que demuestran la dificultad para concretar la visión de las embarcaciones impulsadas por el viento, pero se destaca el compromiso de Cargill de invertir en soluciones de transporte innovadoras que apuntan a revolucionar el sector. Al continuar promoviendo prácticas de transporte ecológicas y trabajar con varios grupos para reducir la contaminación, los clientes de Cargill pueden alcanzar sus propios objetivos de reducción de contaminantes y contribuir a la preservación del planeta para las generaciones futuras.