skip to main content

Fortificar la sal para brindar alivio

Para ayudar a Haití a eliminar esta enfermedad que afecta a casi la mitad de la población, Cargill se unió al programa Haití de la Universidad de Notre Dame.

January 01, 2015

Cuando el ejecutivo de Cargill Salt Jim Reimer se jubiló, no tenía idea del importante papel que él y la empresa cumplirían en ayudar a millones de haitianos a combatir una terrible enfermedad. En 2012, Reimer se involucró en el programa Haití de la Universidad de Notre Dame, que trabaja para eliminar la filariasis linfática (FL) de Haití para el 2020.

La FL es una enfermedad que transmiten los mosquitos y que puede causar una inflamación extrema de distintas partes del cuerpo. También implica un estigma cultural, que trae como consecuencia la exclusión de las víctimas de sus comunidades. A pesar de sus efectos devastadores, la FL es una de las pocas enfermedades infecciosas que pueden eliminarse por completo. Familiarizados con esta información, Reimer y un equipo de empleados de Cargill se unieron al reverendo Thomas Streit, C.S.C., el fundador del programa Haití de la Universidad de Notre Dame, para lograr este objetivo.

La solución llegó en la forma de un alimento común elaborado por Cargill: la sal. Todas las personas consumen sal con regularidad, por lo que ofrecer un medicamento fortificando la sal resultó ser una forma eficaz de luchar contra la enfermedad.

“Nuestro objetivo no es construir una industria de la sal. Nuestro objetivo es eliminar la enfermedad cuanto antes”.
— Jim Reimer, ex ejecutivo de Cargill Salt

Dado que los haitianos consumen un tipo de sal que contiene muchas impurezas, fue difícil agregarle el medicamento correctamente. Para superar los desafíos de producción, Cargill trabajó junto con el programa Haití de la Universidad de Notre Dame ofreciendo sus conocimientos técnicos y un total de USD 150 000 en donaciones, en un período de tres años.

Los actuales esfuerzos por vencer la FL le han dado al programa la oportunidad de cumplir con su objetivo de eliminar la enfermedad en Haití para el 2020. La Congregación de Santa Cruz administra una nueva planta procesadora de sal ubicada cerca de la capital del país para ayudar con la producción a gran escala de sal fortificada. El tratamiento de la sal también ofrece la oportunidad de abordar muchos otros problemas de salud en Haití, lo que incluye trabajar para corregir una deficiencia de iodo endémica, reducir la presencia de otros parásitos, como el de la anquilostomiasis, que pueden afectar a los niños, y fortalecer la infraestructura de salud pública de Haití.