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Crear oportunidades para lograr el compromiso de los empleados 

En la planta de Cargill en Friona, un entorno centrado en los empleados abre las puertas para un diverso espectro de talentos y desarrollo. 

January 01, 2015

Pedro Ramos tenía tan solo cuatro años cuando se mudó con su familia desde Guanajuato, México, a Estados Unidos; su pequeña valija estaba repleta de sueños de una vida de logros y prosperidad. Hoy en día, Ramos trabaja en un puesto directivo de la planta de carne vacuna de Cargill en Friona, Texas, como gerente auxiliar de recursos humanos (RR. HH.). La historia de cómo llegó a su puesto es un relato inspirador que nos enseña a reconocer y aprovechar las oportunidades, y nunca conformarse.

Poco después de emigrar a Estados Unidos, el padre de Ramos, también llamado Pedro, obtuvo trabajo como trabajador agrícola en Texas. En 2005, Pedro, padre, consiguió trabajo en Cargill, trabajando en el piso de procesamiento de la planta de carne vacuna de Friona. El trabajo le otorgaba un salario decente y estable, y le permitió a la familia de Ramos sentar raíces en el pequeño pueblo ganadero en la zona del Panhandle de Texas.

En 2006, Pedro se convirtió en el primer miembro de su familia en graduarse de la escuela secundaria y, en 2007, se inscribió en la Universidad de West Texas A&M, decidido a obtener un diploma universitario. Durante las vacaciones de verano, trabajaba a tiempo parcial en Cargill: su primer trabajo fue barriendo el piso de procesamiento, pero, en el curso de cuatro veranos, pasó por una gran variedad de los trabajos de la planta.

Luego de graduarse de la universidad, a Ramos le ofrecieron un puesto a tiempo completo como empleado de operaciones. En los siguientes 18 meses, aprendió todos los aspectos del negocio, desde la adquisición y el procesamiento hasta los cortes especiales y los envíos. Cuando se abrió una vacante en RR. HH., la gerencia de la planta pensó inmediatamente en Pedro.

“Pedro tiene una especie de nivel adicional”, comenta Matt Leu, el gerente de la planta de Cargill en Friona. “Nunca menosprecia nada y nunca espera que se le regale nada. Sabe que tiene que ponerse en posiciones que le permitan ganar experiencia y aprender cosas nuevas. Entiende que en el momento que demuestre los comportamientos necesarios para el liderazgo, se le presentarán oportunidades”.

Actualmente, cuando Ramos camina por el piso en Friona, los empleados le gritan saludos y él les responde (a veces en inglés, pero generalmente en español) siempre con su distintiva sonrisa de oreja a oreja. Sus colegas se enorgullecen de que “uno de ellos” haya ascendido del piso a la gerencia.

“Es muy importante tener a alguien como Pedro”, remarca Leu. “Tiene una capacidad extraordinaria de generar compromiso en las personas y ganarse rápidamente su confianza. Las personas le hablan con sinceridad y le dan sus opiniones honestas. Es increíble cómo logra eso en las personas. Con sus competencias y su educación, puede tomar esa retroalimentación y convertirla en acciones para que la planta sea aún más exitosa”.

En su función en RR. HH., Ramos representa a Cargill en las mismas ferias de empleo en la universidad a las que asistía cuando era estudiante y sentía que el futuro era algo incierto. Le gusta hablarles a los estudiantes sobre las oportunidades que Cargill le ha otorgado y todo lo que ha aprendido al trabajar en una empresa global tan importante de la industria agropecuaria. “Cuando alguien te trata tan bien, quieres contárselo a todo el mundo”, explica Ramos. “Los estudiantes con los que hablo buscan las mismas oportunidades que yo quería obtener cuando estaba en su posición. Quieren saber qué les puede ofrecer Cargill. Poder contarles sobre todas esas oportunidades es algo genial”.

“Esta compañía se preocupa por ti, por tu desarrollo y tu compromiso. Si trabajas duro, puedes llegar hasta donde quieras”.
— Pedro Ramos, gerente auxiliar de recursos humanos, Cargill

Ahora, diez años después, trabajar en Cargill es como una reunión familiar: el padre de Ramos sigue allí. Su madre, Rosa, ha comenzado a trabajar en el piso de procesamiento y su hermano Omar y hermana Anayeli también trabajan en la planta de carne vacuna.

Cuando se le pide que describa lo que siente sobre las oportunidades que ha tenido en Cargill, Pedro responde pensativo y muy humilde: “Cuando pienso en Cargill Friona, en nuestros empleados, en mi familia y en el apoyo que he recibido, no siento otra cosa que gratitud y entusiasmo. El camino que he recorrido con el cariño de esta planta es algo que nunca podré expresar con palabras”.