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Mejorar la seguridad alimentaria significa dar a las personas acceso a alimento seguro, nutritivo y asequible, una tarea enorme y compleja.

En su misión de nutrir al mundo y mejorar la seguridad alimentaria, Cargill trabaja para mejorar los sistemas de alimentos mundiales en diversas maneras en muchas industrias.

Cargill se asocia con otras organizaciones para capacitar a agricultores sobre prácticas agronómicas, con el objeto de ayudarlos a mejorar su productividad e ingresos.

Los flujos de comercio abierto permiten trasladar alimentos desde lugares con excedentes hacia lugares con déficits, lo que permite a las poblaciones de regiones empobrecidas comprar sus alimentos por menos dinero.

Alimentar a África y al mundo es un desafío complejo que requiere el trabajo conjunto de intereses públicos, privados y no gubernamentales.

Mejora de la seguridad alimentaria en el mundo 

El trabajo de Cargill en el sistema de alimentos mundial proporciona un conocimiento único de lo que se requiere para asegurar que todos tengan un acceso seguro, asequible y nutritivo a alimentos. 

January 01, 2015

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que, actualmente, existen unas 800 millones de personas que padecen desnutrición crónica en el mundo, que es aproximadamente una de cada nueve; la mayoría, niños. Si bien el mundo ha progresado muchísimo en la reducción del hambre, alimentar al mundo continúa siendo un desafío.

La población de la tierra no solo es cada vez mayor, sino que además se concentra cada vez más en las áreas urbanas, y crece muy rápido en zonas que no son totalmente idóneas para la producción de alimentos. Mientras tanto, los productores deben adaptarse a los nuevos desafíos de producción que se presentan debido al clima cambiante. “La seguridad alimentaria mundial es un gran desafío”, expresó Greg Page, director ejecutivo de Cargill. “Requiere colaboración. Requiere un enfoque multidisciplinario”.

“Este no es un problema que se pueda resolver por partes, sino que debe abordarse de forma holística”.
— Greg Page, director ejecutivo de Cargill

La buena noticia es que el sistema de alimentos mundial actualmente produce alimento suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales del mundo. Los productores del mundo han duplicado su producción de granos, arroz y oleaginosas desde 1975, gracias a las adaptaciones a las cambiantes condiciones de los cultivos, a las mejoras en la genética y la agronomía y a los aumentos en la “intensificación”, la práctica de producir más mercancías sin usar tierra nueva. No obstante, el acceso a esta abundancia continúa siendo desequilibrado; un resultado de la pobreza extrema, barreras comerciales, guerras e infraestructuras de almacenamiento y transporte inadecuadas.

Para corregir este desequilibrio y honrar su compromiso de nutrir a las personas, Cargill trabaja tanto por su cuenta como con otros para ampliar el acceso a alimentos, mejorar la productividad agrícola y aumentar los ingresos de los productores, todo mientas asegura un uso responsable de los recursos naturales. La empresa propone políticas que mejoren la seguridad alimentaria y permita a los productores prosperar. Cargill cree que, para proporcionar alimento suficiente, seguro y asequible para todos, debe respaldar el comercio abierto y, de igual importancia, adoptar ciencia y tecnología que permita a los agricultores aprovechar al máximo su tierra.

El trabajo de Cargill para mejorar la seguridad alimentaria implica educar a algunos países sobre su propio potencial. Cuando los países cosechan cultivos que están mejor adaptados a sus condiciones de cultivo naturales, y están abiertos a comercializar el excedente del cultivo que producen, crean un impacto positivo significativo. Estos intercambios aseguran que se produzcan más alimentos no solo de manera más económica, sino también más sustentable.

El comercio abierto, basado en la confianza, también permite trasladar alimentos a lugares donde se necesitan, más notablemente a países empobrecidos en desarrollo que actualmente experimentan déficits de alimentos. Durante los últimos 50 años, un aumento en la producción de alimentos en Norteamérica, Sudamérica y el este de Europa ha proporcionado el alimento requerido para alimentar a poblaciones en crecimiento en Asia, Oriente Medio y África. En 2014, Cargill invirtió 3200 millones de dólares en activos e instalaciones que hacen más eficiente el traslado de alimentos desde donde se cultiva y procesa hacia donde más se lo necesita.

“Si deseas ir rápido, ve solo. Pero si deseas ir lejos, hazlo acompañado”.
— Proverbio africano

Pero la capacidad de alimentar al mundo depende de contar con productores exitosos en cada nivel de producción. Para ayudarlos a cumplir su rol vital en el sistema de alimentos mundial, Cargill provee acceso a insumos, créditos, almacenamiento, distribución y tecnología. Utiliza su colaboración a largo plazo con CARE para sacar de la pobreza a miles de familias rurales en África, Brasil y América Central a través de capacitación para los agricultores e iniciativas de apoyo a la comunidad. La empresa también se asocia con organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Alianza Mundial para Mejorar la Nutrición (GAIN) para aliviar el hambre en comunidades de todo el mundo.

Aunque aún continúa habiendo obstáculos, Cargill es optimista con respecto a la capacidad del mundo de reducir el hambre crónico y alimentar a toda la población. Además, la empresa se encuentra exclusivamente posicionada para ayudar a las poblaciones en crecimiento a superar estos desafíos de seguridad alimentaria y darles a las generaciones futuras la oportunidad de prosperar.