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Trabajar para mejorar la calidad del aire

Luego de aprobarse la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos en 1963, Cargill busca activamente soluciones para reducir las emisiones de polvo de granos de la compañía.

January 01, 2015

La década de 1960 marcó una nueva era de preocupación, y acción, con relación a las cuestiones ambientales en Estados Unidos. A medida que la comunidad científica comenzó a enfocarse en los efectos de la contaminación del aire en la salud, el público comenzó a prestarle atención a los problemas de calidad de aire con un mayor sentido de urgencia. El Congreso aprobó la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act) en 1963, que proporcionaba financiamiento para investigar formas de controlar y supervisar la contaminación del aire. Cargill actuó rápidamente para responder a las solicitudes de limpieza ambiental e inmediatamente se puso en marcha para realizar su parte en cuanto a la mejora de la calidad del aire del país.

La compañía se propuso renovar sus instalaciones para asegurarse de que cumplieran con los nuevos estándares gubernamentales. Al principio, Cargill se enfocó en reducir la cantidad de polvo de granos que emitía su red de plantas procesadoras.

Para encontrar formas de reducir las emisiones en puntos clave del transporte de granos, Cargill realizó investigaciones en su laboratorio de granos. Luego, la compañía instaló maquinaria para la eliminación del polvo, boquillas antipolvo para la carga de embarcaciones y modernos sistemas de control en sus instalaciones, que reemplazaron sistemas menos eficientes de limpieza del aire. “Los resultados del equipo de Cargill de investigación y desarrollo en cuanto al control de las emisiones de polvo de granos se han compartido con otros miembros de la industria, contribuyendo con el progreso que ha realizado la industria en la reducción de la contaminación del aire”, explicó Whitney MacMillan, que fue presidente de Cargill durante la transición.

“Debemos ser líderes, no reacios seguidores. Es lo más conveniente para todos nosotros, como buenos ciudadanos y como orgullosos empresarios”.
— Erwin Kelm, presidente de Cargill

Varias instalaciones de Cargill fueron reconocidas por su trabajo en la mejora de la calidad del aire en las comunidades donde operaban. En Illinois, la compañía recibió el primer premio de Chicago por combatir la contaminación del aire. En el estado cercano de Ohio, el proyecto de reducción de cuatro años de la compañía en Toledo obtuvo un reconocimiento al mérito del comisionado de control de contaminación del aire y agua. También se recibieron premios similares en Seattle, Washington, y Princeton, Indiana.

Al responder a una preocupación general del público, Cargill ayudó a dar un excelente ejemplo de prácticas que protegen el medioambiente. El enfoque de la compañía en realizar lo correcto para el medioambiente continúa hasta hoy. En 2015, al utilizar energía renovable, Cargill evitó más de un millón de toneladas de emisiones de gases de invernadero por el uso de combustibles fósiles.