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Recuperación de la fauna a lo largo del río Danubio

Cuando Hungría necesita ayuda para volver a introducir la flora y la fauna autóctonas en la isla de Szabadság, Cargill se une con la fundación World Wildlife Fund.

January 01, 2015

Las llanuras aluviales abiertas de los ríos de Hungría albergan un gran número de especies de fauna autóctona y sirven de escenario para varias actividades populares, pero, durante el último siglo, sus habitantes han sido testigos de la desaparición del 94 % de este terreno. En un esfuerzo por lograr la conservación, Cargill se unió a la fundación World Wildlife Fund (WWF) para ayudar a recuperar una de estas importantes zonas: la isla de Szabadság.

También conocida como Isla de la libertad, Szabadság es una de las islas más grandes del río Danubio y se ubica a solo un corto viaje en ferry de distancia de uno de los dos puertos de granos y oleaginosas de Cargill en Hungría. Los problemas en la isla comenzaron en 1982, cuando una represa de rocas interrumpió el curso del agua e hizo que el cauce quede obstruido con sedimentos, que lentamente comenzaron a traer plantas alóctonas a la vegetación natural. Con un sentido de responsabilidad por un río que es crítico para sus operaciones locales, Cargill aceptó el desafío cuando se le presentó una oportunidad de ayudar.

En 2011, la empresa donó USD 56 500 para la remoción de los sedimentos, el traslado de tuberías, la apertura de la represa, la eliminación de plantas invasoras y la repoblación forestal. Los empleados de Cargill donaron su tiempo a la causa y viajaron desde distintos lugares del país para eliminar basura y plantas invasoras.

“Sentimos la responsabilidad de garantizar la salud y vitalidad [del Danubio]”.
— Szabolcs Makai, Líder de país,
Cargill Grain & Oilseed Supply Chain, Europa

Como resultado de estos esfuerzos, gran parte de la isla de Szabadság ha sido recuperada. La flora autóctona está recuperando terreno y están regresando animales como el milano negro, el castor europeo y peces que prefieren el agua corriente. Además, Cargill y la WWF actualizaron el sistema de control y provisión de agua del territorio para mejorar la calidad del agua para más de 20 millones de personas que dependen de él para poder acceder a agua potable.